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Desde siempre, la naturaleza ha sido fuente de inspiración. Una pareja apreciando la belleza de un atardecer, el verdor de una pradera o un inocente animalito en su hábitat encandilan a cualquiera. Hoy ese panorama ha cambiado.
Sin embargo, la Madre Tierra es tan sabia que aún enferma --por culpa exclusiva de la mano del hombre y su mal llamada civilización--, aún sigue inspirando, sólo que ahora los trovadores cantan sobre desastres, hambre, sequías, deshielos y calentamiento global.
Si bien cada día existen más denuncias sobre atentados contra el medio ambiente, es poco o casi nada lo que se hace para remediar el daño, así como frenar a industrias contaminantes o poderosas naciones reticentes a firmar convenios para reducir emisiones tóxicas.
Por eso no es raro que los músicos hagan el trabajo que deberían hacer los políticos. Ahí está la labor desplegada por Bono, líder de la banda irlandesa U2 que desde hace un quinquenio es candidato al Nobel de la Paz por sus contribuciones económicas para tener un mundo más limpio así como su discurso en pro de una sociedad justa.
Salvando distancias, hace poco Pedro Suarez Vertiz con su placa Amazonas llama la atención con letras como: “Ese bello nevado / Que al rió alimento / Perdió su blanca cima / La nieve se seco”, que dirigidas a un público joven tienen más efecto que el discurso barato de algún actor mediático en año electoral.
En el plano local Comfuzztible, grupo revival incluyó en su primer CD el tema “Demasiado smog” cuya letra profética es a la vez un jalón de orejas para cualquier autoridad: “Ya no quiero ir al centro / de esta blanca y gris ciudad / Los árboles se están muriendo / solo pocos se salvarán”.
Sin embargo, la Madre Tierra es tan sabia que aún enferma --por culpa exclusiva de la mano del hombre y su mal llamada civilización--, aún sigue inspirando, sólo que ahora los trovadores cantan sobre desastres, hambre, sequías, deshielos y calentamiento global.
Si bien cada día existen más denuncias sobre atentados contra el medio ambiente, es poco o casi nada lo que se hace para remediar el daño, así como frenar a industrias contaminantes o poderosas naciones reticentes a firmar convenios para reducir emisiones tóxicas.
Por eso no es raro que los músicos hagan el trabajo que deberían hacer los políticos. Ahí está la labor desplegada por Bono, líder de la banda irlandesa U2 que desde hace un quinquenio es candidato al Nobel de la Paz por sus contribuciones económicas para tener un mundo más limpio así como su discurso en pro de una sociedad justa.
Salvando distancias, hace poco Pedro Suarez Vertiz con su placa Amazonas llama la atención con letras como: “Ese bello nevado / Que al rió alimento / Perdió su blanca cima / La nieve se seco”, que dirigidas a un público joven tienen más efecto que el discurso barato de algún actor mediático en año electoral.
En el plano local Comfuzztible, grupo revival incluyó en su primer CD el tema “Demasiado smog” cuya letra profética es a la vez un jalón de orejas para cualquier autoridad: “Ya no quiero ir al centro / de esta blanca y gris ciudad / Los árboles se están muriendo / solo pocos se salvarán”.
(*) Artículo publicado originalmente en diario LA REPÚBLICA el 25/02/2010. Mira el enlace de la edición on line (página 6-7)
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