lunes, 26 de julio de 2010

SENTIMIENTO PATRIO (*)


En pocos días recordamos un aniversario nacional y el sentimiento festivo se refleja más por campañas mediáticas de empresas comerciales que identificación con nuestro entrañable suelo.

Una razón capital es que desde el nacimiento de la República, somos un país fragmentado que se desencanta de sus autoridades, que festeja un pasado donde se suman más derrotas que victorias y en donde para colmo de males los emblemas de orgullo son casi siempre esfuerzos personales más que ideales colectivos.

El falso chauvinismo --encarnado en muchos líderes-- es un tema aparte, porque para nadie es un secreto que la celebración patria de una familia en Lima es diametralmente opuesta a la celebrada por una de Pucallpa o Arequipa, que en la mayoría de casos festejan con mayor fervor su aniversario local por ser de mayor arraigo.

Pero lo que no han podido Presidentes, ni Ministros si lo han logrado ciudadanos más sensibles que fomentan peruanidad con mayor eficacia que Decreto Supremo. Será por eso que la marginal música chicha de fines de los setentas, hoy reinventada en la cumbia se disfruta por igual desde un refinado coctel de centro financiero capitalino hasta una humilde pollada de pueblo joven sin servicios básicos.

Y si nuestros escritores y poetas han encandilado al mundo, así como nuestros chefs han descubierto que en nuestras diferencias, radica el éxito de nuestra gastronomía, ya anteriormente músicos y artistas plásticos ayudaron a difundir expresiones culturales de regiones que antes eran miradas con desdén. El sentimiento patrio es único y cada día se fortalece, felizmente más por el esfuerzo de ciudadanos comunes que por el deber de los políticos.

(*) Publicado originalmente en la columna JUNGLA DE CEMENTO de la edición regional del diario LA REPÚBLICA (22.07.2010). Ver formato digital (páginas centrales) en:

http://issuu.com/larepublica_peru/docs/edicionj22



No hay comentarios:

Publicar un comentario