jueves, 2 de diciembre de 2010

EN NOMBRE DEL PADRE (**)

El destino fue mezquino con Álvaro, porque no permitió que viera a su padre en el apogeo de “Catedral de Humo” (cuando éste era vocalista de la banda progresiva que a fines de los ochentas se perfilaba como la más prometedora de la ciudad), por la sencilla razón que aún no nacía.

Aún así cuando vino al mundo sus primeros recuerdos siempre estuvieron vinculados a la música, al grado que de niño tuvo su primer conflicto existencial para determinar si le gustaba más Mozart o Metallica, pues ambos se escuchaban por igual en casa.

Aparentemente el grupo liderado por James Hetfield, ganó la partida porque en plena adolescencia formó varios grupos con esa influencia como “Letal”, “Tentator”, y “Postock” que mostraban la rebeldía propia de la edad o tal vez un llamado de atención generacional hacia papá.

Ya más grande interactuó con músicos más trajinados y tuvo la satisfacción de tocar la batería en un concierto de reencuentro de “Catedral de Humo”, a pesar que el registro vocal del recordado “Mono” no era el enérgico de sus años de esplendor.

Tal vez por ese motivo decidió educar su voz y formar su nueva banda “Mescal”, que ha dejado la vena metal de ayer para fusionar la psicodelia, el blues y el grunge en un intento --no buscado intencionalmente-- por acercarse a la banda del desaparecido “Mono” Villavicencio, su padre.

Hace poco participó con su grupo en un concurso de rock acústico, deleitando a la platea y jurados que encontraron reminiscencias vocales y sonido llamativo suficientes para hacerse del segundo lugar, por lo que en breve escucharemos sus temas grabados profesionalmente. Papá Villavicencio de seguro lo guía desde el cielo, rebosante de alegría.
(**) Publicado hoy 02.12.2010 por el editor del blog en la columna JUNGLA DE CEMENTO del diario LA REPÚBLICA (edición regional). Ver dicha edición en:

http://issuu.com/larepublica_peru/docs/elgransur2122010

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